En Carabobo se usa para hablar de cuando alguien se tira en el sofá o en la cama y se queda ahí pegado, flojo, sin ganas de moverse ni para ir a buscar agua. Es como volverse parte del mueble por pura pereza y comodidad extrema. Suena gracioso, pero también es un jalón de orejas para el que vive achinchorrado.
"Desde que empezó la novela, la chama se achinchorró en el mueble con una bolsa de pepito y ahora ni para sacar al perro se para, está hecha una estatua floja."