Se usa para hablar de la persona que siempre llega a cortar el rollo, tira mala vibra y termina apagando el ambiente. Es el típico que ve el lado negativo de todo y hace que la fiesta se sienta más plana que agua de garrafón. Es básicamente el aguafiestas de siempre, pero dicho con sabor hidrocálido.
"Ya estábamos bien a gusto pisteando y bailando, y que llega el Ricardo a andar de aguafiestas con sus dramas de oficina, bien matapasiones el vato."