En Mendoza se dice colgarse de la percha cuando alguien se agranda mal, se hace el importante o dramatiza todo como si fuera protagonista de novela turca. Es el típico que exagera anécdotas, se cuelga medallas que no son suyas o arma un show por pavadas. Y hay que admitir que, visto de afuera, a veces es bastante divertido.
"No sabés, el Nico se colgó de la percha contando que casi lo ficha la Lepra, y el loco apenas aguanta un picado en el potrero del barrio"