Se dice con ironía para pinchar a alguien cuando se manda un plan imposible o demasiado ambicioso, de esos que suenan lindos pero no llegan ni a la esquina. Es como decir: dale, soñá tranquilo, porque eso no va a pasar. En Córdoba queda perfecto para bajar a tierra promesas y proyectos delirantes.
"¿Ahora vas a hacer dieta y encima dejar el fernet? Dale, eso es una escalera al cielo, mañana te veo con un choripán en la mano."