Se usa en Norte de Santander para decir que alguien está totalmente desubicado, sin entender nada de lo que pasa a su alrededor. La gracia es que el guarapo es de tierra caliente y en el páramo hace un frío brutal, así que ahí no pinta nada. Es una forma muy sabrosa de decir que uno anda volando bajito.
"Me metí a esa clase de programación y el profe empezó a hablar en binario, yo estaba más perdido que un guarapo en el páramo, solo veía números y caritas de sufrimiento por todo lado"