Se le dice a alguien cuando está flaquísimo, como si fuera puro hueso y el viento lo pudiera levantar. Es una forma medio exagerada y con humor de marcar que le falta morfi o que anda desnutrido de tanto laburo, estrés o lo que sea. No es para bardear fuerte, más bien para cargarlo con cariño.
"Che, ¿hace cuánto no comés? Estás hecho una hoja, te sopla el ventilador y salís volando hasta la plaza."