Se usa para hablar de esas mezclas caseras rarísimas que se ven horribles, huelen fuerte y uno no sabe ni qué llevan, pero supuestamente curan de todo. Desde guayabo asesino hasta empacho, mal de ojo o tusa brava. Es como la pócima mágica de la abuela, que da susto probarla, pero toca confiar.
"Parce, tráigase ese menjurje feo que hacía la abuela con aguardiente, panela y quién sabe qué más, porque amanecí con un guayabo tan berraco que ni el tintico me está haciendo."