Quedar pichel se usa en Yucatán cuando alguien come tanto que termina inflado como barril, listo para que lo rueden por la calle. Es ese estado después de atascarse de botanas, antojitos y postres, donde ya solo quieres tirarte en la hamaca a arrepentirte de todo. Y la neta, a veces hasta da gusto quedar así.
"En la fiesta de la tía Chayo me atasqué de salbutes, panuchos y pastel de tres leches, quedé pichel y ya solo quería mi hamaca y un ventilador en la cara"