Se usa para decir que alguien quedó muy atractivo, bien arreglado o con una pinta brutal después de cambiarse de ropa, peinarse o arreglarse. Es como decir que quedó buenísimo, que llama la atención y provoca miradas. Nada que ver con el queso de la nevera, aunque la verdad es que la comparación tiene su gracia.

"Parce, después de la barbería y con esa pinta nueva, Juan quedó como un queso, hasta la vecina del 301 casi se cae por estarlo mirando."

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