Se dice de las marcas o moretones que se te quedan en la piel por un apretón, un jalón, una caída o un buen regaño de los que dejan huella. Vamos, el recordatorio físico de que algo se puso intenso. También se usa en plan broma para las señales que te deja una noche de fiesta pesada.
"No manches, ayer en la reta me di tres resbalones y amanecí con las piernas llenas de royas. Mi jefa me vio y dijo que ya le bajara a mis aventuras."