Invitación cercana y con confianza para que alguien se acerque o se venga contigo a un sitio. Es el típico ven aquí de toda la vida, pero dicho con ese deje canario y un puntito de colegueo. Vale para llamar a un colega, a tu pareja o a quien sea, y suena más cariñoso que mandón.
"Chacho, deja el móvil un rato y ven, que estamos en la sombrita con unas papas arrugadas y mojo. ¡Vente pa'quí, mi niño!"