En Quintana Roo se oye como forma bruta y muy de barrio de decir que vas a darle con todo a algo, sin medias tintas. Puede ser chambear durísimo, apurarte o entrarle con coraje, casi como si fueras a reventarlo. Suena agresivo, sí, pero justo por eso tiene punch y se entiende al vuelo.
"Ya estuvo suave de flojera, hoy sí voy a madrear ese proyecto porque si no, el jefe me manda a barrer la playa con una cuchara."