A madrear
En Quintana Roo se oye como forma bruta y muy de barrio de decir que vas a darle con todo a algo, sin medias tintas. Puede ser chambear durísimo, apurarte o entrarle con coraje, casi como si fueras a reventarlo. Suena agresivo, sí, pero justo por eso tiene punch y se entiende al vuelo.
"Ya estuvo suave de flojera, hoy sí voy a madrear ese proyecto porque si no, el jefe me manda a barrer la playa con una cuchara."
Andar corri'oleado
Se dice de alguien que anda con un chingo de prisa, acelerado y medio desesperado, como si fuera tarde a todo y la vida lo viniera correteando. Es muy de la zona y suena a carrera en chanclas, con calor y todo. Sirve para burlarte tantito de quien va hecho la madre.
"Iba bien corri'oleado pa' la combi y, del puro apuro, se subió con la mochila abierta y el lonche a media mano."
Zapatizar
Verbo coloquial para decir que te largas rapidísimo de un lugar, casi como si los zapatos te empujaran solos. Se usa cuando quieres evitar un momento incómodo, un pleito o a alguien que te va a dar la charla eterna. No es la palabra más estándar, pero en el habla de calle se entiende perfecto.
"Vi que venía mi ex con su nuevo galán y, antes de que me viera, me hice el loco y me fui a zapatizar pa' la esquina."
Andar campechaneando
Se usa cuando andas mezclando cosas o alternando entre dos o más actividades, chambas o planes, sin quedarte quieto. Es como ir brincando de una cosa a otra para sacar todo adelante, a veces medio a la carrera. Muy de la banda que se la vive resolviendo y haciendo malabares con el día.
"Hoy ando campechaneando, en la mañana abrí la tiendita y al rato me fui al muelle a sacar el tour de snorkel, ni chance de sentarme."
Echar la mano
Se usa para pedir o dar ayuda, normalmente de forma rápida y de compas, cuando alguien anda atorado o con mil cosas encima. Es como decir “hazme el paro” o “ayúdame tantito”, pero más suave y súper común en México. Ideal para favores express, desde cargar algo hasta salvarte el día.
"Oye compadre, échame la mano con el asado, que se me fue la onda y ya tengo a la banda esperando con hambre."
Entregar el changarro
Se dice cuando ya vas a cerrar el negocio o dejar una chamba de forma definitiva, como rendirte o bajarte del barco porque ya no sale. También puede sonar a que ya te cansaste de pelearla y mejor le entregas las llaves a alguien más. Muy de barrio y bien mexicano, con su toque dramático.
"No, compa, ya estuvo: este mes entrego el changarro. Entre la renta, la luz y que nadie compra, mejor me voy a la playa a vender cocos."
Andar desatornillado
Se dice de alguien que anda medio ido, despistado o haciendo cosas sin sentido, como si le faltaran tornillos. No es que esté loco, pero sí fuera de onda, en su mundo, tomando decisiones raras. Va perfecto para el compa que hoy se le olvidan las llaves y mañana se sube al camión equivocado.
"Ese Juanito anda desatornillado, llegó a la playa bien feliz y se le olvidó el traje de baño, nomás cargaba las chanclas y una Coca."
Echarse una ola
Se dice cuando te echas una siesta rápida e improvisada, casi siempre con plan playero: te tiras en la hamaca o bajo la palapa y te dejas arrullar por el mar. Es como “me dormí tantito”, pero con sabor caribeño y cero culpa. Ideal para recargar pilas y volver a la pachanga.
"Después de los tacos y dos chelas, me eché una ola bajo la palapa y desperté fresh, listo para regresar al desmadre en la playa."
Chulada natural
Se dice cuando algo o alguien está tan bonito que parece salido de la naturaleza, sin truco ni maquillaje. Puede ser un paisaje caribeño, una comida bien puesta o una persona que se ve espectacular. Es como soltar un piropo con sabor local, de esos que salen solos cuando te quedas con la boca abierta.
"No manches, mira esa chulada natural de atardecer en la playa, hasta el mar se ve bien presumido y yo aquí todo despeinado."
Verdoso/a
Se le dice a alguien que todavía anda verde en algo, o sea, que es novato y le falta callo. No es necesariamente insulto, más bien una forma medio burlona de decir que aún está aprendiendo y se nota. En Quintana Roo se oye en la chamba y en planes de turistas, y sí, tiene su gracia.
"No te agüites, compa: todos empezamos verdosos la primera vez que nos metimos a bucear en Cozumel. Tú dale tranqui, escucha al instructor y no te me aceleres."
Hacer un aventón
En Quintana Roo y en buena parte de México, hacer un aventón es que alguien te lleve en su coche o moto sin cobrarte, como un ride de compas. Vamos, pedir o dar un aventón es pedir o dar un aventón de verdad, no una cita misteriosa con tu crush. Útil cuando no hay camión y andas a la buena de Dios.
"Se me fue el último camión a Bacalar y le dije al compa: ¿me haces un aventón? Me subí atrás en la moto y llegué con el pelo hecho un desastre."
Aguacharse
Se dice cuando alguien se enfría de golpe y se echa para atrás, ya sea por miedo, por nervios o porque le faltó tantito valor. Es como pasar de valiente a modo pollito mojado en dos segundos. Muy de acá para describir al que iba con todo y de repente se aguacha.
"Ya estaba presumiendo que se iba a aventar al cenote, pero en la orillita Juan se aguachó y hasta pidió chaleco, no manches."
Convertido en tiburón
Se dice de alguien que ya se volvió bien colmilludo para negociar, regatear o moverse en la compra y venta. No es que sea malo, es que ya aprendió el juego y no le ven la cara. Si te acompaña al mercado, prepárate, porque te saca descuento hasta en lo que no tiene descuento.
"No manches, ese vato ya está convertido en tiburón: fue al mercado de Chetumal y le bajó al señor de las hamacas hasta el envío, y todavía le dieron una bolsita de dulces."
Cancunear
Verbo inventado con cariño para decir que te vas de fiesta en modo Cancún: todo incluido, pulserita, playa de día y desmadre de noche. Es salir sin freno, como turista que cree que el sol no se pone y que mañana no existe. Suena a vacaciones, exceso y resaca con arena en los zapatos.
"Bro, tres noches seguidas en antro y luego a la playa sin dormir. Eso no es salir, eso es cancunear. Ya ni el Uber nos quería levantar."