Se usa para señalar al que arranca el día tempranísimo, el que ya está en la calle cuando el resto sigue peleando con la almohada. Muy de pueblo y de zonas rurales, cuando el sol recién asoma y el mate ya está listo. Es una forma medio en broma medio en serio de decir que alguien es bien madrugador, casi exagerado.
"Che, mirá al Rubén, ahí va el mañanero con el mate en la mano y las ojotas puestas mientras nosotros recién estamos viendo si existe vida antes del primer café."