Se usa en el norte de Chile para decir que alguien anda sin un peso, más pobre que las ratas, pelado como rodilla de cura. Es básicamente estar sin plata para nada, ni para una bebida en la esquina. Es una forma bien chilenaza de quejarse de la miseria, y hay que admitir que suena chistosa igual.
"Oye compa, ni me invitéis al carrete, ando fajado hace rato, no tengo ni pa’ la micro de vuelta a la casa."