Se dice de alguien que anda con un humor de perros, contestón y con cara de pocos amigos, como si todo le molestara. Es una comparación bien gráfica, porque el “limón de feria” es ácido a rabiar. Ideal para cuando alguien se levanta cruzado y va repartiendo mala onda sin pedir permiso.
"No le digai nada a Pedro hoy, anda más agrio que limón de feria y te va a responder pesado por cualquier tontera."