En Loreto se dice cuando alguien ya empezó a meterle duro al trago, como que se prendió y no va a parar con la botella. No es solo tomar, es arrancar con ganas, en fiesta, reunión o cualquier juntada donde el licor corre. Suele venir con risas, bulla y cero vergüenza. Y sí, se nota rapidito.
"Recién llegó Juan y ya arrancó un cachimbo, ahora está cantando cumbia en la sala y abrazando a medio mundo como si fueran primos."