En Trujillo se dice cuando alguien va bien arreglado y presentable, con el look pulcro y la actitud en su sitio. No es solo el peinado, es ir bien puesto, bien parado y listo para caerle a lo que sea, desde una entrevista hasta una salida. Suena medio presumido, pero queda fino.
"Me puse mi camisa planchadita y salí bien peinadito pa’ la chamba, porque si llego hecho un mamarracho, el jefe me manda a mi casa al toque."