En Ayacucho jato es la forma bien callejera de decir casa, tu guarida, el lugar donde aterrizas después de todo el día. No suena formal ni serio, más bien de confianza entre patas. Sirve tanto para hablar de tu casa como de la de alguien más, y la verdad es que suena mucho más simpático que hogar.
"Ya fue la fiesta, estoy hecho trapo, mejor nos vamos al jato, pedimos pollo a la brasa, ponemos huaynos a todo volumen y seguimos la juerga hasta que amanezca."
Así se le dice a una casa o cualquier lugar donde aterrizas después de un largo día. El refugio, el nido, la nave nodriza cargada de calidez y probablemente con olor a sopita recién hecha.
"Después de caminar por todo Huaraz sin rumbo fijo, no veo la hora de llegar al jato y ponerme las ojotas."
En Perú, 'jato' es esa manera cariñosa de referirse al hogar dulce hogar, o también un lugar donde uno puede tirarse a dormir sin que le molesten, porque vamos... después de todo el día merece una siestita.
"Después del trabajo voy de frente a mi jato, ¡necesito recargar energías para la parrillada del sábado!"
En Junín, jato es la forma bien de la calle de decir casa, tu guarida, tu cuartel general. No es cualquier techo, es donde te tiras a ver series, comes tu cevichito recalentado y te olvidas del mundo. Suena sencillo, pero cuando alguien dice me voy a mi jato, ya sabes que va directo a su zona segura.
"Ya fue la chamba, causa, estoy reventado, me voy a mi jato a tirarme en la cama, pedir pollo a la brasa y maratonear series hasta quedarme jato también"
Forma bien ayacuchana y cariñosa de decir casa, tu rincón seguro donde te tiras a descansar después de un día movido. No es solo el techo, es el lugar donde comes rico, chismeas con la familia y te olvidas del estrés. Suena humilde, cercano y con bastante sabor de barrio, la verdad tiene su encanto.
"Ya fue, causa, estoy reventado, me voy a mi jato a echarme un rato, prender la radio y olvidarme de este tráfico de miércoles."
Forma bien coloquial de decir casa, pero no cualquier casa, sino tu guarida, tu refugio, el lugar donde te tiras a hacer nada, a ver series, a comer como condenado y a olvidarte del mundo. Es de esas palabras que suenan a barrio, a patas de toda la vida y a domingo eterno en pijama.
"Oe causa, vamos a mi jato a ver pelis piratas, pedir pollo a la brasa y rajar de todo hasta que nos quedemos jato en el sillón."
Es la palabra que usan los peruanos para referirse a su casa o hogar. Nada de mansión, simplemente tu huequito acogedor.
"Hoy terminamos la chamba y nos vamos de frente a mi jato para ver pelis y comer un cevichito."
En Loreto y en buena parte del Perú, jato es tu casa, tu hogar, tu guarida. Se usa para decir que te vas a tu sitio a descansar, a caer con la gente o a esconderte del mundo. Suena bien callejero y cariñoso, como cuando dices mi jato y ya sabes que ahí manda la paz.
"Mano, hoy sí me explotaron en la chamba, ya fue, me voy a mi jato a tirarme en la hamaca y no responderle a nadie."
Manera casual de referirse a una casa u hogar, el lugar donde descansas o caes rendido después de un día largo.
"Oye, después del cevichito nos vamos al jato a descansar, que estoy hecho puré."
En Tacna jato es la forma bien callejera de decir casa, depa o el lugar donde vives y haces vida. No es solo techo y paredes, es tu guarida, donde caen los patas a ver el partido, armar la previa o tirarse en el sillón a rajar de la vida. Suena cercano, casero y tiene su encanto bien peruano.
"Causa, cae a mi jato después del tono, pedimos pollo a la brasa, ponemos chicha de fondo y seguimos la jarana hasta que amanezca y el vecino ya no dé más con el bulla."
En Perú, jato es tu casa, tu depa o tu lugar de confianza. Se usa bien casual, entre patas, para decir dónde vives o dónde van a caer a juntarse. También puede sonar a refugio, el sitio donde te tiras a descansar y desconectas del mundo. Bien de barrio y bien útil.
"Oe causa, cae a mi jato en la noche, compramos unas chelas y vemos el partido, pero trae cancha porque acá vuelan."
En Trujillo jato es la casa, el depa o el hueco donde vives o paras con la mancha. No tiene que ser nada lujoso, pero es tu guarida, tu centro de operaciones, donde caes reventado después de la chamba o el tono. Es de esas palabras que suenan a barrio, a confianza y a olor a comida casera bien rica.
"Después del tono en la peña, terminamos todos en el jato de Marco, tirados en el sillón viejo, cantando a grito pelado y comiendo pan con chicharrón como si no hubiera mañana"
Casa o hogar, pero dicho de una forma más relajada y con sabor local.
"Oye, ¿vamos a tu jato después del estudio para ver unas pelis? Me dijeron que tienes la mejor colección."
En Trujillo y en buena parte del Perú, jato es tu casa, tu depa, tu guarida. Se usa cuando hablas en plan relax con los patas, como diciendo me voy pa' mi jato a tirarme en la cama y desaparecer un rato. Suena bien callejero y bien de confianza, cero formal.
"Mano, hoy el micro estuvo hasta las patas y el jefe jodidazo. Ya fue, me voy a mi jato a comer algo y dormir como piedra."
En Trujillo jato es la forma más callejera de decir casa, hogar, tu guarida donde te tiras en la cama, comes lo que pillas y te olvidas del mundo. Es ese lugar sagrado donde caes hecho polvo después de un día pesado y ya con solo pensar en tu jato se te sube el ánimo. La palabra suena simple, pero tiene bastante cariño escondido.
"Causa, hoy ha estado brava la chamba, estoy que me caigo. Vamos a mi jato, pedimos pollo a la brasa, vemos algo en la tele y roncamos como si no existiera el lunes."
Forma coloquial para referirse a la casa, el lugar donde uno descansa y se siente más guerrero que en cualquier otro lado.
"Ya estoy hasta las patas de trabajar, mejor me voy al jato a echarme un ratito."
En Áncash jato es tu casa, tu guarida, el lugar donde aterrizas después del caos del día. Se usa mucho en plan ya me voy a mi jato a descansar o a bajar revoluciones. Es una palabra bien de la calle, suena cercana y calentita, como llegar y tirarte en la cama sin remordimientos. Y la verdad, da gustito decirla.
"Después de ver caer su ceviche al suelo, Toño se fue bien achorado, pegó cuatro lisuras y luego dijo que mejor se iba a su jato a tirar cama y olvidarse del desastre."
En Cusco y en varias partes de Perú, jato es la forma bien callejera de decir casa, guarida o el lugar donde vives y haces tu vida. No es solo el techo, es tu espacio sagrado donde caen los patas, se arma la conversa y se pasa el frío. Suena cercano, peruano total y con bastante cariño.
"Ya fue la calle, está haciendo un frío de la patada, mejor caemos a mi jato, preparamos un matecito bien cargado y nos quedamos rajando de la vida hasta que amanezca."
Manera relajada y peruanaza de referirse a la casa; no importa si es un pichi departamento o una mansión en Surco, ¡siempre será el jato!
"Oye, causa, ¿cuándo te caes al jato para unas chelitas?"
Es la manera cool de decir casa o el lugar donde vives. Se usa cuando quieres sonar más street en Lima.
"Oye causa, ¿vamos a tu jato a ver las pelis que bajaste? Llevo cancha y gaseosa."
En Trujillo y en buena parte del Perú, jato es tu casa, tu depa o tu rincón de confianza. También se usa para hablar de la cama o del sitio donde te tiras a descansar. Es bien de barrio y suena cercano, como decir mi lugar. Y sí, da vibra de refugio.
"Ya fue la bulla, causa. Mejor caemos a mi jato, pedimos unas salchipapas y nos pegamos la maratón de la serie hasta tarde."
En Arequipa jato es la forma bien de la calle de decir casa, depa o el lugar donde uno vive y se arma la movida. Es como tu base secreta donde caen los patas a chupar, ver pelis o simplemente vaguear. Suena relajado, cercano y tiene ese saborcito arequipeño que le da más onda que decir casa a secas.
"La fiesta en el bar se puso bien tela, así que nos jalamos unas chelas y nos fuimos a mi jato con los patas a armar la verdadera rumba hasta que los vecinos empezaron a zapatear la pared."
En Trujillo y en buena parte del Perú, jato es tu casa, tu depa o tu rincón de confianza. Se usa con cariño, como diciendo mi base, mi guarida. También puede salir como caer al jato cuando ya estás reventado y solo quieres llegar a dormir. Suena bien callejero y bien de pata.
"Oe, causa, nos metemos unas chelas y de ahí ya caemos al jato, que mañana chambeo temprano."
Forma bien coloquial para referirse a la casa, el hogar donde uno se siente cómodo y en confianza. Se usa mucho entre panas cuando hablan de irse a descansar, ver series, comer algo o simplemente no salir. Es como decir mi guarida o mi cuevita, y la verdad es que suena bastante acogedor.
"Mano, el jangueo estuvo brutal, pero ya estoy explotao, voy pa'l jato a tirarme en el sofá y pedir una pizza con extra queso."
En Perú, jato es la forma coloquial de decir casa, depa o el lugar donde vives y descansas. Es tu guarida, tu cueva, tu rincón sagrado donde te tiras en la cama a morir de sueño o a vaguear sin culpa. Suena cariñoso y cercano, y la verdad es que tiene bastante flow para decir hogar.
"Ya fue el tono, estoy hecho trapo. Me jalo a mi jato a tirarme en la cama y no saber nada del mundo hasta mañana."