Se dice de alguien que está blanquísimo, pálido de golpe, como si le hubieran apagado el color. Puede ser por un susto, por estar malo o por no ver el sol ni en pintura. Lo de la loncha tira a queso o embutido, muy de la tierra. Suena exagerado y tiene su puntito.
"Le dijeron que el examen era oral y se quedó blanco como una loncha, ni el queso manchego. Venga, chaval, que parece que te han visto un fantasma."