Se usa cuando alguien coquetea duro con otra persona, la ilusiona, la busca, le tira todo el cuento, pero en el fondo no tiene intención real de nada serio. Es como tener a la otra persona ahí, pendiente, pero sin concretar. Es medio mala leche, pero toca admitir que la expresión es bien graciosa.
"Marica, deje de calentar pollo a la pobre niña, que lleva tres rumbas siguiéndolo y usted ni un beso le ha dado"