Se dice cuando por fin le sueltas a alguien lo que piensas sin filtro, directo y sin andarte con rodeos, normalmente para pararle los pies o ponerlo en su lugar. Va con tono de regaño y de ya estuvo. No es precisamente fino, pero cuando se lo ganan, hasta se antoja cantárselas frescas.
"Raúl llevaba horas de pesado con sus comentarios y Nayeli ya no aguantó. En la comida, delante de todos, se las cantó frescas y el vato nomás se quedó tragando saliva."