Enojarse súbitamente porque alguien te ganó en los tacos o algo por el estilo. Básicamente, ponerse intenso por razones triviales.
"No manches, güey, deja de picarte nomás porque te gané el último taco al pastor."
Se dice cuando alguien se mosquea, se ofende o se lo toma como un ataque personal y entra en modo competitivo o rencoroso. Vamos, que se calienta por una tontería y ya no hay quien lo baje del burro. Se usa mucho en el día a día y también en plan pique sano entre colegas.
"No te piques, tía, si era coña. Que te gané al truc dos partidas y ya estás bufando como si te hubiera robado la ensaimada."