Se dice cuando alguien se pasa de lanza con los halagos y te anda chuleando de más, como si te estuviera echando harina a montones. Puede sonar cariñoso, pero también medio burlón, tipo: ya bájale porque ya parece que quieres algo. Es de esas frases que te sacan una risa y te dejan bien empalagado.
"Ya bájale, compadre, neta. Desde que llegué no paras de dar harina y hasta me da pena, ni que fuera artista o qué."