Se usa cuando alguien hace algo muy llamativo, sorprendente o que deja a todo el mundo con la boca abierta, para bien o para mal. Puede ser desde montar una fiesta épica hasta liarla en el curro o en el pueblo. Es como dar un golpe de efecto que todo el mundo comenta después, y suele tener bastante salseo.
"Estábamos de tranquis en el bar del pueblo y va el Julián, se pide tres botellas de champán, invita a todo Cristo y aparece con un tatuaje nuevo en la cara. Ahí sí que echó el campanazo, todavía se comenta en la plaza"