Se le suelta a alguien cuando anda bien torpe, distraído o haciendo cosas sin pensar, como si en vez de cerebro trajera puro cacahuate. Es un insulto leve, más de carrilla que de pleito, ideal para amigos cuando la riegan bonito. No es finísimo, pero sí muy de cotorreo y se entiende al vuelo.
"No manches, compa, te estacionaste en doble fila y todavía dejaste las luces prendidas. Neta, eres un cacahuate."