Expresión muy usada para decir que alguien llega tardísimo, cuando ya no tiene ni gracia aparecer. La idea es que hasta el ñato, que supuestamente es flojo y se levanta tarde, ya está despierto y listo. Es como decir que llegas cuando todo pasó y solo quedas tú dando la nota, y hay que admitir que es bien gráfica.
"Oye, compadre, el asado era a las ocho y caíste a las once, llegaste más a la hora del ñato que nunca, ya no quedaba ni pebre en la mesa."