En Bolivia se dice de alguien que está colgado, distraído o en Babia, como si se hubiera quedado tieso mirando al infinito. Viene del charque, la carne seca, y la idea es que el colega está ahí, medio seco y sin reaccionar. Se usa para espabilar a alguien o meterle prisa con cariño y vacile.
"Dale pues, Kevin, no estés charqueado mirando el techo, vení a cargar estas bolsas que ya llega el jefe y nos hace correr."