Se dice de alguien que está súper cansado, agotado, o medio destruido después de un día intenso. Como cuando te sentís más viejo que tus años.
"Después de correr la maratón ayer, estoy hecho percha. ¡Ni me puedo mover hoy!"
Se dice cuando estás destruido, reventado o con una cara de no haber dormido en tres días. Puede ser por cansancio, resaca, laburo pesado o una noche larga. Es como quedar hecho bolsa, pero con ese toque bien argento de drama cotidiano. Si lo decís, nadie te pide nada, te dejan tirado.
"Anoche metimos asado, fernet y charla hasta las cinco. Hoy caí al laburo con cara de lunes eterno, estoy hecho percha y no me hablen hasta el mate."