Estás hecho un zapallo

Se le dice a alguien cuando está medio boludo, distraído o haciendo cualquiera, como si tuviera la cabeza hueca. No suele ser un insulto heavy, más bien una cargada con confianza, de esas que te tiran tus amigos cuando te mandás una y quedás pagando. Ideal para retar con humor sin pudrirla.

"Che, Lucas, ¿otra vez dejaste las llaves adentro y saliste igual? Estás hecho un zapallo, hermano, vení que te abro."

Gurí

En Entre Ríos y buena parte del Litoral, gurí es la forma clásica de decir niño o pibe, a veces también un adolescente. Suena cercano y familiar, como cuando hablás del hijo, el sobrino o el vecinito del barrio. Es re de campo y de pueblo, y queda simpático sin ponerse cursi.

"Che, ¿dónde se metió el gurí? Hace un rato estaba en el potrero y ahora aparece con la pelota pinchada y barro hasta en las orejas."

Cachito

En Entre Ríos, cachito puede ser el clásico pedacito de algo, pero también se usa como apodo cariñoso para un pibe, alguien más chico, o el que recién arranca en un grupo o en una actividad. No es insulto, va con ternura y un toque de chicana suave, como diciendo: vení, aprendé y no te hagas el canchero.

"Dale, cachito, dejá el celu un toque y venite al río, que hoy te enseñamos a tirar la caña sin hacer un enchastre."

Cacho

En Entre Ríos, Cacho se usa como apodo comodín para un tipo cualquiera, sobre todo si no sabés su nombre o ni te acordás. Es como decir ese flaco, el loco o el fulano. No es insulto, más bien suena familiar y medio en chiste. Ideal para el vecino que siempre aparece de la nada.

"Che, ahí viene Cacho con una bolsa de alfajores. No tengo idea cómo se llama, pero cae siempre justo cuando pinta mate y algo dulce."

Jugar al timbre

Dicho bien entrerriano para la travesura de gurises que van casa por casa, tocan el timbre y salen disparando antes de que les abran. Es el clásico “timbre y fuga” de toda la vida, pero dicho a la manera local. Inocente, molesto y bastante gracioso cuando no te toca a vos.

"Ayer a la siesta, unos gurises se pusieron a jugar al timbre en la cuadra y salieron rajando cuando don Raúl abrió con cara de pocos amigos."

No me pongás mosqueta

Se dice para frenar a alguien cuando empieza a dar vueltas, a poner peros o a complicar algo al pedo. Es como: no me vengas con excusas, no me la hagas difícil y hacelo simple. Muy de charla cotidiana, sobre todo cuando pedís un favor o prestás algo y no querés drama. Corta la bocha.

"Dale, te hago la gauchada y te llevo al laburo, pero no me pongás mosqueta: salimos a las ocho clavadas y sin vueltas, ¿tamo?"

Mandarse una polenta

En Entre Ríos se dice mandarse una polenta cuando alguien hace algo muy loco, exagerado o totalmente fuera de control, casi siempre en joda y con desparpajo. Puede ser una fiesta desmadrada, una compra absurda o una decisión impulsiva que después capaz ni se acuerda bien. Es como mandarse cualquiera, pero con sello bien entrerriano.

"Nos juntamos a tomar unos mates tranqui y al final nos mandamos una polenta, terminamos en el río a las cinco de la mañana cantando cumbia con los pescadores."

Sacar el cuchillo

Se dice cuando alguien se pone picante y entra a discutir con todo, sin filtro y con ganas de pelearla hasta el final. No es que vaya a sacar un arma de verdad, es más bien que se planta, se calienta y empieza a tirar argumentos como si fueran puntazos. Ideal para debates de fútbol, política o cualquier boludez.

"En el asado dijeron que el mate va con azúcar y el Negro sacó el cuchillo al toque, se armó alto quilombo en la mesa."

Estar manija

Se dice de alguien que está re cebado, ansioso o acelerado por algo, como con la cabeza a mil y cero paciencia. Puede ser por emoción, por nervios o por manija pura de esperar un plan, un recital o una noticia. Muy de Argentina, y en Entre Ríos se escucha un montón cuando alguien no afloja.

"Mirá al Facu, no para de hablar y ya se puso la remera del show. Está manija mal porque hoy tocan Los Palmeras y cae medio pueblo a la plaza."

Andar como el tatú

Se dice de alguien que anda medio perdido, despistado o sin rumbo, como si fuera dando vueltas sin entender bien qué pasa. Es esa persona que va por la vida en piloto automático, chocándose con todo y preguntando lo obvio. Bien de campo y bien entrerriano, con el tatú de referencia y los pajonales de fondo.

"Dejalo al Cacho nomás, anda como el tatú desde que le subieron el boleto del bondi y no entiende ni dónde se toma."

Chivarse

En Entre Ríos se usa chivarse para decir que alguien se enoja, se calienta o se pone de mal humor por algo que pasó. No tiene que ser un drama enorme, puede ser por una pavada, pero la persona queda cruzada y con cara de pocos amigos. Es como cuando te agarran medio sensible y saltás a la mínima, aunque después se te pase.

"No te chives, che, si el asado se quemó un poco nomás, tiramos más carne a la parrilla y listo, no da ponerse así de denso por una boludez."

Tomar un fino

En Entre Ríos se usa para decir que alguien se toma un recreo con mate de por medio, casi siempre en plena jornada o después de morfar. Es ese ratito sagrado para aflojar la cabeza, chusmear un poco y patear las obligaciones unos minutos. Y la verdad, sin ese fino la tarde se hace eterna y pesadísima.

"Che loco, ya me fumé tres reuniones seguidas, cortemos un toque y vamos a tomar un fino con unos bizcochitos así no me explota la cabeza."

Hacer rancho

Se dice cuando alguien se te instala en un lugar como si fuera su casa, se acomoda, se queda horas y ya hasta opina dónde va el sillón. Puede ser en tu casa, en el laburo o donde pinte. Va con tono medio en chiste, medio queja, tipo: ya te armó campamento y no se va más.

"Cayó a tomar un mate y ya hace rancho en el sillón, con el control, la manta y encima pide que le suban el volumen."

Traer flojera

Se dice cuando andás con una paja tremenda y no te da el cuero ni para lo mínimo. No es solo estar cansado, es tener el modo ahorro activado y esquivar cualquier cosa que huela a esfuerzo. Ideal para esos días en que el mate te mira y vos igual decís: hoy no hago ni el intento.

"Che, iba a estudiar, pero hoy traigo flojera mal. Me quedé cebando mate y mirando el techo como si fuera una serie."

Quesear

Verbo bien de joda para cuando alguien se pone re intenso con algo o alguien, tipo fan total, empalagoso y todo. Es como derretirse de amor o de emoción, pero en versión queso caliente, chorreando. Se usa para cargar a quien se pasa de tierno, de admirador o de enamorado. Y sí, da un poquito de cringe.

"Dejá de quesear con tu perro, gurí, que le hablás como bebé y en dos minutos ya le hiciste un Instagram."

Juerga

Se dice cuando hay una fiesta con descontrol del bueno, de esas que arrancan tranqui y terminan con música al palo, risas y gente cayendo tarde a casa. Es sinónimo de parranda, farra o salir de joda. No siempre es salvaje, pero si alguien avisa que hay juerga, ya sabés que pinta largo.

"Che, hoy pinta juerga en lo de Juan, caé con unas birras y algo pa' picar, que después terminamos bailando chamamé y cantando como si fuera carnaval."

Estás hecho un relámpago

Se le dice a alguien que va rapidísimo, que no para quieto y hace las cosas a toda velocidad, como si tuviera un motorcito. Sirve tanto para correr de un lado a otro como para laburar o pensar en modo turbo. Es un elogio con tono de asombro, bien de charla cotidiana.

"Che, Juan, ¿ya dejaste el rancho impecable y encima hiciste las compras? Estás hecho un relámpago, boludo, no te sigue ni el perro."

Traer macana

En Entre Ríos se dice traer macana cuando alguien llega cargado de quilombos, chismes o dramas que nadie pidió. Es ese que aparece y de repente todo se complica, desde la juntada tranqui hasta el asado familiar. No siempre es mala leche, pero sí es sinónimo de que se viene lío. Y hay que admitir que a veces hasta se pone entretenido.

"Che, si viene el Tito otra vez trayendo macana con los chismes del laburo, terminamos todos a las puteadas y se pudre el asado."

Trajín

Se dice cuando hay mucho ajetreo, idas y vueltas y no parás ni para tomar agua. Es ese día en el que todo el mundo te pide cosas, corrés de acá para allá y terminás con la cabeza a mil. Ojo, no tiene nada que ver con “traje”, es más bien el movimiento constante. Un clásico del laburo y la casa.

"Hoy fue un trajín en el laburo, che: reuniones, llamadas, el jefe rompiendo y yo corriendo de un lado a otro. Llegué a casa y me quedé duro en el sillón."

Destruirse

En Entre Ríos, decir que te vas a destruirte es avisar que se viene una noche de joda fuerte, de esas que terminan con resaca y anécdotas dudosas. No es romper nada, es salir a fondo: boliche, escabio, baile y cero freno. Suena exagerado a propósito, y por eso pega tanto.

"Hoy cobramos, así que pinta destruirse en el boliche: arrancamos con Fernet, después cumbia y si pinta, terminamos comiendo un pancho a las seis."

Estar hecho un poder

Se dice de alguien que anda con una energía tremenda, como si tuviera un motorcito adentro. No para un segundo, resuelve cosas a lo loco y encima le sobra pila. En Entre Ríos lo tiran cuando alguien está imparable, con ganas de comerse el día. Ojo, que cansa solo de mirarlo.

"Che, el Luisito hoy está hecho un poder: se levantó, arregló el auto, cortó el pasto y todavía se fue a correr. ¿Qué se tomó, nafta súper?"

Pasar la vaca

Se dice cuando alguien se queda dormido o se apaga mal en medio de una juntada, una charla o un evento, y se pierde todo lo que estaba pasando. Es como clavar una siesta sin avisar y después preguntar qué onda, quedando medio regalado. En Entre Ríos suena re de sobremesa larga y mate.

"Nooo, Fede, pasaste la vaca justo cuando la tía largó el chisme heavy y ahora preguntás qué pasó, sos un caso."

Tener un vinilo en la cabeza

Se le dice a alguien que está pesado y repite lo mismo una y otra vez, como si tuviera un disco rayado sonando en bucle. Va perfecto para el amigo terco que no suelta el tema, aunque ya todos le dijeron que sí, que no o que afloje un poco. Cariñoso, pero con palito.

"Che, Juan, dejá de insistir con lo de ir a pescar el finde, ya te escuchamos mil veces. Tenés un vinilo en la cabeza, loco."

Caro como asado de pobre

Se dice cuando algo está carísimo, pero con esa ironía bien argentina de comparar lo imposible con lo cotidiano. La idea es que hasta el asado, que debería ser lo más popular, se vuelve un lujo si andás corto de guita. Sirve para quejarse con humor cuando te quieren cobrar cualquier pavada.

"Fui a comprar dos empanadas y una gaseosa y me querían cobrar una fortuna, caro como asado de pobre. Me di media vuelta y me fui al kiosco de la esquina."

Hacer muebles

Se dice cuando alguien se queda plantado en un lugar sin hacer nada, como si fuera parte de la decoración. Vamos, que estás ahí de adorno, ocupando espacio y mirando la vida pasar. Suele tirarse en tono de chicana entre amigos o familia para apurar a alguien a moverse un poco. Y sí, pica, pero con cariño.

"Dale, che, dejá de hacer muebles en el sillón y venite a la plaza, que está re lindo y después nos clavamos unos mates."

Vos sos un gurí medalla

Se usa para hablar del típico pibe que siempre zafa de todas, el que hace cagadas pero igual termina quedando como un campeón. Es como decir que tiene una medalla en travesuras exitosas, porque nunca lo enganchan o hasta lo terminan felicitando. Y hay que admitir que a veces da un poco de envidia ese talento para la viveza.

"Vos sos un gurí medalla, hermano. Rompiste el vidrio del vecino, le echaste la culpa al perro y encima tu vieja te compró helado por lo bien que mentiste."

Estirar la pata

Expresión muy usada para hablar de que alguien se murió, pero en tono informal y con humor negro bien criollo. Suena a charla de sobremesa en el campo, donde la muerte se nombra sin tanta vuelta y con un poco de chiste para que no duela tanto. Eso sí, mejor usarla con confianza, porque a gente muy sensible le puede caer pesada.

"Che, ¿te enteraste del viejo Gómez? Ayer nomás andaba tomando mate en la vereda y hoy ya estiró la pata, los hijos igual armaron velorio con guitarra, tortas fritas y todo el barrio chusmeando."

Mandarse una atrasada

En Entre Ríos se dice cuando alguien se manda una cagada o una jugada medio turbia y recién te enterás después, cuando ya es tarde para frenarla. También vale para una sorpresa inesperada que te deja pagando. Es bien de charla entre amigos, con tono de reproche y risa a la vez.

"Che, el Damián se mandó una atrasada y cayó con cincuenta choris al asado sin avisar, ahora no entra nadie en el patio y falta hielo."

Andar en león

Se dice de alguien que anda agrandado, sobrador y con el pecho inflado, como si fuera el rey de la selva. Viene a ser ir por la vida con el ego por las nubes, creyéndose invencible. Suele usarse en tono de cargada cuando la confianza ya roza lo arrogante. Ojo, a veces dura lo que un pedo en una canasta.

"Mirá cómo anda Juan, ganó el torneo y ahora anda en león por Paraná, saludando como famoso y tirando facha en la costanera."

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