Se dice para frenar a alguien cuando empieza a dar vueltas, a poner peros o a complicar algo al pedo. Es como: no me vengas con excusas, no me la hagas difícil y hacelo simple. Muy de charla cotidiana, sobre todo cuando pedís un favor o prestás algo y no querés drama. Corta la bocha.
"Dale, te hago la gauchada y te llevo al laburo, pero no me pongás mosqueta: salimos a las ocho clavadas y sin vueltas, ¿tamo?"