Se usa cuando alguien se excede feo, bien sea porque se emociona demasiado, se pone intenso o cruza la raya con lo que dice o hace. Puede ser por echar demasiados chistes, por fastidioso o por pasarse de vivo. Es como decir que ya no da risa, que se le fue la mano. Y la verdad, todos tenemos un pana así.
"Mano, te pasaste de cañón con esos chistes de la profe, ya todo el salón está arrecho y capaz hasta nos botan del salón por tu culpa."