Venezuela, mi pana, es pura energía y sabor caribeño que te envuelve. Desde sus playas infinitas que te invitan a un chapuzón, hasta la Gran Sabana con el Salto Ángel que te deja sin aliento. Su gente es puro corazón y alegría, siempre con una arepa en la mano y una sonrisa que contagia. Aquí la arepa es ley, la salsa te mueve el esqueleto y la buena vibra, ¡uff!, se siente en cada rincón. ¡Venezuela es un país que te atrapa con su calor y su gente chévere!
Estar muy loco de bola
Se usa para decir que alguien está actuando de forma súper imprudente, sin medir consecuencias y con una locura medio suicida. No es solo estar despistado, es tener la cabeza en otro planeta y hacer vainas que cualquiera diría que son una locura total. Y hay que admitir que suena tan sabroso como peligroso.
"Ese pana está muy loco de bola, se lanzó en moto por la autopista sin casco y grabando un live como si nada."
Estar en las nubes
Se dice de alguien que anda distraído, colgado o pensando en cualquier cosa menos en lo que tiene enfrente. Vamos, que está como soñando despierto y no agarra una. Sirve para regañar con cariño o para vacilar a un pana cuando se queda ido en plena conversación. Clásica y bien útil.
"Luis, ¿me estás oyendo? Te pedí que pusieras el aceite y tú ahí viendo pajaritos. Estás en las nubes, pana, y las empanaditas siguen crudas."
Joda
En Venezuela joda es un comodín brutal: puede ser una situación complicada, un problema que fastidia o, según el tono, hasta una fiesta o relajo entre panas. Aquí va en el sentido de lío que estresa y cansa, como cuando todo se pone cuesta arriba y uno solo quiere mandar todo al carajo.
"Hermano, qué joda con el carro, se dañó otra vez llegando a La Guaira y ahora no tengo ni plata ni quién me remolque, estoy frito."
Chismoso
Persona que vive pendiente de la vida ajena, siempre buscando el último chisme para soltarlo por ahí. No se le escapa ni el saludo del vecino y le encanta adornar las historias para que suenen más sabrosas. Es ese personaje del grupo que, si se entera de algo, medio barrio lo sabe en cuestión de horas.
"No le cuentes nada a Juan, vale, que ese chamo es más chismoso que portero de edificio y mañana hasta el perro del barrio va a saber tu secreto."
Contigo, pan y cebolla
Se usa para decir que con esa persona especial te bancas lo que sea, incluso la pobreza extrema y los días más pelados. Es como declarar amor a prueba de quincenas rotas, nevera vacía y luz que se va cada dos por tres. Muy cursi, sí, pero también muy honesta y con su encanto viejito.
"Mamá, si me toca vivir en un cuartico sin aire, comiendo arepa pelada día sí y día también, igualito me lanzo, porque contigo, pan y cebolla."
A la orden
Expresión muy típica para decir que estás disponible para ayudar, servir o hacer un favor, casi como un servicio al cliente pero en versión pana. Se usa tanto en tiendas como entre amigos, y suena amable, cercana y educada. Es como decir cuenta conmigo, aquí estoy pendiente, y la verdad es que tiene su encanto cotidiano.
"Vecino, si se le vuelve a ir la luz, usted me avisa, que yo estoy a la orden pa’ prestarle el alargador y hasta la planta si hace falta."
Echarse los perros
Se usa cuando alguien le tira la caña a otra persona de forma intensa, directa y bien lanzada. Es coqueteo con ganas, sin mucha pena y con toda la intención de levantar al otro. Puede ser medio gracioso o medio incómodo, según el nivel de desespero que se maneje, pero la verdad es que la frase tiene su encanto.
"Chamo, viste a Mariana en el bar, se le estaba echando los perros durísimo al DJ, casi que le pide matrimonio ahí mismo frente a todo el mundo"
Carajito
Forma muy usada en Venezuela para referirse a un niño pequeño, casi siempre de manera coloquial y medio pícara. Puede sonar cariñoso o un poco regañón según el tono, como cuando el chamo está haciendo travesuras y no para quieto. Es de esas palabras que se oyen en todas las casas y que ya casi suenan a familia.
"Vale, ese carajito del vecino no se queda quieto, se subió al techo, espantó al perro y casi tumba la antena viendo si podía volar como Superman."
Estar mosca
En Venezuela se usa para decir que alguien está muy pendiente, con los ojos bien abiertos y la paranoia medio encendida por si pasa algo raro. Es como andar en modo vigilancia total, sospechando de todo y de todos. No siempre es por miedo, a veces es simple malicia preventiva, que nunca está de más.
"Pana, después de ese peo con los choros del barrio hay que estar mosca, no vayas a andar regalado por esas calles de noche."
Partirse de risa
Se dice cuando te da una risa tan fuerte que sientes que te doblas en dos y no puedes ni hablar. Es el típico ataque que te deja con la barriga doliendo y las lágrimas afuera. En Venezuela se usa un montón para contar que algo estuvo demasiado cómico. Y sí, se pega como chisme en cola.
"Juancho soltó el chiste en la reunión y yo me partí de risa, casi me caigo de la silla. Los panas quedaron llorando y la jefa mirando raro, pero ya era tarde."
Se te cayó el zarzo
Se usa cuando alguien queda en evidencia, hace el ridículo o mete la pata tan fuerte que todo el mundo se da cuenta. Es como decir que se le vino abajo la fachada y ya no puede disimular la pena ajena. A veces da risa, a veces da vergüenza ajena brutal, pero igual se suelta la frase sin piedad.
"Marico, cuando el jefe le pidió el informe y el pana no tenía ni la primera página hecha, se le cayó el zarzo delante de toda la oficina."
Hacer una maracucha
Expresión utilizada para referirse a cuando alguien decide olvidar voluntariamente un desliz o metedura de pata de otro, especialmente si hay ron de por medio.
"Después del tercer trago, Carlos decidió hacerle una maracucha al pana por haber dejado escapar los gallos en su fiesta."
Echar un ojo
Se usa para decir que vigiles algo, que estés pendiente o que revises cómo va una cosa sin hacer un drama. Puede ser cuidar una bolsa, revisar un negocio o chequear un chisme en redes. Es una forma relajada de pedir atención, muy de confianza, y la verdad es que sirve para casi cualquier situación cotidiana.
"Voy a la panadería a ver si llegó la harina, échale un ojo al grupo de WhatsApp del edificio por si vuelven a cortar el agua, pana."
Ponerse como un queso
Se dice cuando alguien se pone buenísimo o buenísima, o sea, que se vuelve súper atractivo físicamente. Puede ser por hacer ejercicio, arreglarse más o simplemente porque le cayó bien la vida. Es un piropo bastante común y medio juguetón, de esos que suenan a calle y a vacile.
"Chamo, Luis desde que se metió al gym y dejó la fritanga se puso como un queso, ahora en la cuadra no lo dejan ni respirar."
Planchar la oreja
Se usa para decir que alguien se va a dormir o que está durmiendo riquísimo, tirado en la cama sin preocupaciones. Es como anunciar que te desconectas del mundo para recargar baterías y roncar a gusto. Suena gracioso, suena casero y la verdad es que dan ganas de hacerlo solo de oírlo.
"Mañana madrugo burda, así que deja la habladera y vete ya, que yo voy a planchar la oreja hasta que suene la maldita alarma."
Pegaíto
En Venezuela, el pegaíto es lo que queda pegado y tostadito en el fondo de la olla, casi siempre del arroz, aunque también puede ser de pasta o lo que sea. No es un fallo, es un premio: crujiente, sabroso y bien buscado. Si alguien dice que no le gusta, probablemente está mintiendo.
"Ya terminé de servir, pero no laves la olla todavía: déjame raspar el pegaíto del arroz, que eso es lo que está más brutal, vale."
Chacho
Apócope de muchacho que en Venezuela se usa como vocativo para llamar a alguien, tipo oye, chamo, pana. Sirve para amigos, desconocidos y hasta para regañar con cariño, según el tono. En algunas zonas también suena a sorpresa o énfasis, como un ¡chacho! de toda la vida. Pegajosa y bien de calle.
"Chacho, ¿tú viste el arbolito de la vecina? Le metió tantas luces que la cuadra parece una discoteca, ya me dio hasta dolor de ojos."
Dar la vuelta a la arepa
Se dice cuando alguien cambia de opinión, de bando o de actitud de golpe, como quien voltea la arepa en el budare para que no se queme. Puede ser por conveniencia, por presión o porque le dio la gana. Suena muy venezolano y sirve tanto para política como para chismes y vacilón.
"Juraba que odiaba el reggaetón y que eso era puro ruido, pero anoche en la rumba dio la vuelta a la arepa y terminó perreando pegadito hasta el final."
Echar habladera de paja
Expresión venezolana para cuando alguien habla y habla sin decir nada útil, puro chisme, exageración y cuento inventado. Es como llenar el aire de palabras vacías solo por matar el tiempo o aparentar que se sabe mucho. A veces hace gracia, pero también puede cansar cuando uno solo quiere tranquilidad y silencio.
"Chamo, deja de echar habladera de paja en la esquina y ven a ayudar, que no has hecho nada y llevas dos horas pegado ahí con el chisme de la vecina."
Pana
En Venezuela, pana es la forma clásica de llamar a un amigo cercano, casi como decir hermano pero sin compartir sangre. Es ese compa con el que cuentas para todo, desde rumbas hasta favores raros. Suena muy de barrio, muy de confianza, y la verdad es que tiene un saborcito bien sabroso al oído.
"Epa, mi pana, ¿vas a caer esta noche en la rumba o te vas a quedar pegado viendo novelas con tu mamá?"
Cotorrear
Verbo para decir que te pones a hablar por hablar, echando cuento y chismeando con ganas, normalmente en grupo y sin prisa. Es esa conversa animada que se alarga porque siempre sale un tema nuevo. Muy de panas, de esquina o de reunión improvisada. Si hay risas y bochinche, seguro están cotorreando.
"Nos fuimos a la plaza a cotorrear después del partido y entre chisme, risas y una maltica se nos hizo de noche sin darnos cuenta."
Quedarse guindao
Se usa cuando alguien no sigue el ritmo contundente de una fiesta o reunión, quedándose atrás como el único leyendo en la discoteca mientras todo el mundo perrea.
"Estábamos todos dándole al reguetón y Luis se quedó guindao cerca del bafle filosofando solo con su bebida. ¡Un perdido en Babia total!"
Pasar roncha
En Venezuela, pasar roncha es aguantarla feo, vivir momentos de apuro, incomodidad o sufrimiento, ya sea por falta de plata, por trabajo duro o por situaciones bien incómodas. Es como decir que la estás pasando mal, pero con sabor criollo y un toque de queja resignada que, la verdad, tiene su gracia cuando lo cuentas después.
"Desde que se dañó el carro, he pasado roncha yendo al trabajo en camionetica, apretado, sudado y con el chofer poniendo reguetón a todo volumen"
Calorcito sabroso
Manera de decir con espíritu positivo que hace un calor del carajo, pero uno se las arregla pa' disfrutarlo.
"Chamo, vamos a la playa pa' pegarnos una chapuzón que el calorcito sabroso está bueno hoy."
Bájale dos
Expresión muy usada para decirle a alguien que se calme, que baje el tono o que deje de exagerar tanto. Es como pedirle que afloje la intensidad, ya sea porque está arrecho, muy emocionado o hablando demasiado duro. Suena medio regaño, pero también puede ir con cariño y hasta con un poco de burla, lo cual le da bastante sabor.
"Mija, bájale dos, si solo se te cayó el helado, no es que se acabó el mundo ni que te dejó el novio otra vez."
Rumbearse un pelón
Se usa cuando alguien mete la pata feo en plena rumba, hace el ridículo o pasa una pena ajena mientras intenta lucirse. Puede ser bailando, echando cuento o tirándole a alguien y todo sale al revés. Es como combinar fiesta con cagada épica. Y sí, da pena, pero también da risa y queda para el chisme del día siguiente.
"Chamo, anoche en la rumba me rumbié un pelón bailando reguetón, me resbalé, tumbé los tragos y casi me llevo al DJ por delante, todo el mundo muerto de la risa."
Echao maíz
Se le dice a alguien que anda demasiado llamativo, vestido o actuando con pura ostentación, como queriendo que todo el mundo lo mire sí o sí. Es el típico que llega brillando, haciendo bulla y tirándoselas de fino aunque sea puro show. Suena burlón, pero también tiene su gracia cuando el pana se pasa de intenso.
"Chamo, ese pana llegó echao maíz, con chaqueta fosforescente, lentes de noche y una cadena que se ve más falsa que billete de tres."
Chimbo
Cuando algo es de mala calidad, falso o no cumple las expectativas. Vamos, un fiasco total.
"Mano, el teléfono que te vendieron es más chimbo que billete de tres bolívares."
Ser un sangrón
En Venezuela se dice que alguien es un sangrón cuando es pesado, antipático y cae mal con solo abrir la boca. Es esa persona que siempre tiene un comentario fuera de lugar, que amarga el ambiente y te quita las ganas de seguir hablando. Vamos, que es de esos que uno evita porque agotan la paciencia y la buena vibra.
"Marico, no invites a Carlos al plan de la playa, ese tipo es un sangrón, se la pasa echando vaina y criticando hasta la cava de birras."
Dar un apretón
En Venezuela dar un apretón puede ser abrazar a alguien con fuerza y cariño, como cuando ves a un pana después de siglos sin verlo. También puede ser meterle presión a alguien para que haga algo o tome una decisión. El sentido se pilla por el contexto, pero casi siempre lleva intensidad, ya sea de afecto o de apuro.
"Cuando vi al pana que se fue pa' Chile hace años le di tremendo apretón, casi lo dejo sin aire ahí mismo en el aeropuerto"
Salirse de la olla
Se usa cuando alguien pierde el control, se desboca o se pasa tres pueblos con lo que dice o hace. Es como si se le volara la tapa de los sesos y ya no midiera consecuencias. Puede ser por rabia, por fiesta o por locura momentánea, y a veces da risa verlo desde fuera, aunque en el momento sea un drama.
"Marico, el profe se salió de la olla porque nadie entregó la tarea, empezó a gritar, a lanzar marcadores y casi manda a medio salón pa' coordinación"
Echarle el ojo
Se usa cuando alguien se fija con ganas en una persona o en algo, porque le gusta, le interesa o ya lo tiene medio apartado en su cabeza. Puede ser para ligar, para comprar algo o hasta para un chisme sabroso. Es como marcar territorio mental, aunque todavía no te hayas lanzado. Y hay que admitir que es bastante gráfica.
"Desde que llegó la nueva vecina, el pana Luis le tiene echado el ojo, ya hasta se ofrece a sacar la basura pa' ver si se la consigue en el pasillo."
Estar más perdido que el hijo de Lindbergh en un orfanato
Se usa para decir que alguien está totalmente desorientado, sin idea de lo que pasa ni por dónde agarrar. Es como estar mentalmente sin GPS, dando vueltas sin rumbo y con cara de turista perdido en el metro de Caracas. Es una expresión vieja pero sabrosa, y cuando la sueltas la gente entiende que estás en la luna.
"Chamo, me metí en esa clase de Excel avanzado y estaba más perdido que el hijo de Lindbergh en un orfanato, terminé haciendo una tabla que ni mi abuela entiende."
Andar regado
En Venezuela se dice andar regado cuando alguien está por todos lados, sin quedarse quieto, como si viviera saltando de un sitio a otro. También se usa para hablar de quien tiene varias parejas o varios ligues al mismo tiempo, todo bien desparramado. Es una expresión muy de chisme sabroso, aunque a veces se dice medio en broma.
"Mira, ese pana anda regado, ayer estaba con una jeva en el centro, hoy lo vi en el cine con otra y mañana seguro amanece en la playa con una tercera."
Pasar la ronca
Se usa cuando alguien logra superar una situación bien chimba, de esas que te dejan temblando, preocupado o con el corazón en la boca. Es como decir que ya saliste del peor momento y ahora puedes respirar tranquilo otra vez. Suena medio dramático, pero en Venezuela nos encanta ponerle novela a todo, y hay que admitir que queda sabroso.
"Chamo, entre el peo con la luz, el sueldo pelao y el carro dañado, pensé que no salía de esta, pero ya pasé la ronca y ando otra vez echando vaina."
Echar los perros
Expresión muy usada para hablar de cuando alguien se pone intenso con el coqueteo, tirando la onda con toda la artillería para conquistar a otra persona. Es como lanzarle los trastos, pero en versión tropical y sabrosa. A veces puede ser simpático y otras un poco fastidioso, según qué tan pesado se ponga el que echa los perros.
"Chama, deja la pena, que el pana de la gorra te está echando los perros desde que llegaste y tú ni lo volteas a ver, ese pobre ya no sabe qué inventar."
Echar vaina
Expresión muy venezolana que significa molestar, fastidiar o burlarse de alguien de forma relajada y vacilona. Puede ser desde una simple bromita hasta un chalequeo intenso, pero casi siempre con buena vibra entre panas. Eso sí, si te pasas echando vaina, la gente se pica y ya no hace tanta gracia.
"Marico, deja de echar vaina que ya sé que llegué tarde, el tráfico estaba infernal y tú con ese chalequeo no ayudas nada."
Andar con un viaje
Se usa para decir que alguien está pensando o hablando cosas raras, como en su propio mundo, medio perdido en ideas fumadas. A veces se refiere a estar bajo los efectos de alguna sustancia, pero también puede ser solo que la persona está volando mentalmente. Es como decir que anda en un trip bien loco, y hay que admitir que suena sabroso.
"Marico, ese pana anda con un viaje rarísimo, dice que va a criar gallinas en la azotea pa' pagar el viaje a Marte"
Guateque
Se refiere a una fiesta improvisada donde uno termina bailando hasta la madrugada con los panas, mucho más que una simple reunión.
"Anoche nos fuimos al guateque de Juan y salimos cuando ya el sol estaba subiendo. ¡Demasiado buena la rumba!"
Echar vaina brava
Expresión venezolana para cuando alguien fastidia sin parar, se burla con mala leche o se pone intenso con las bromas. No es solo molestar, es hacerlo con saña, como buscando picar de verdad. Se usa mucho entre panas cuando uno se pasa de la raya echando broma, y hay que admitir que suena bien sabroso.
"Chamo, deja de echar vaina brava con mi corte de pelo, que ya todos se rieron y tú sigues dándole como si fueras comediante de stand up barato."
Echar una mano
Se dice cuando le pides a alguien que te ayude con algo, normalmente de forma directa y con un poquito de prisa. Es como decir “hazme el favor” o “colabora aquí”, ya sea para cargar, arreglar o resolver un lío. En Venezuela suena súper natural con un chamo delante y cero drama.
"Chamo, échame una mano a bajar estas cajas, que si no nos agarra la noche aquí y el jefe se pone intenso."
Ser un jalabola
Expresión venezolana para describir a la persona que vive adulando, sobando el ego y haciendo la pelota a alguien con poder para sacar ventaja. Es el típico que ríe todos los chistes malos del jefe y se ofrece para todo con tal de ganar puntos. Es como decir lamebotas, pero con sabor bien criollo.
"Chamo, deja de ser tan jalabola, que si el jefe te pide café tú le llevas hasta la merienda completa con postre y todo."
Estar de gala
Se usa cuando alguien aparece muy bien vestido, elegante o más arreglado de lo normal. Como si fuera a una boda cuando en realidad solo va al mercado.
"Chamo, ¿por qué estás tan de gala hoy? ¡Hasta para comprar arepas parecieras el protagonista de una telenovela!"
Estar encendido
En Venezuela se usa para decir que alguien está con una energía brutal, súper animado y con todas las pilas puestas, ya sea para rumbear, jugar, trabajar o lo que sea. También puede sonar a que la persona está muy motivada o pasada de revoluciones. Es como estar en modo turbo, sin ganas de apagar el switch.
"Desde que llegó a la rumba con ese combo y un ron bajo el brazo, Luis está encendido, no se ha bajado de la pista ni para ir al baño."
Asopao
En Venezuela se le dice asopao a alguien que anda perdido, lento o medio atontado, como si no estuviera procesando nada. Puede ser por sueño, resaca, un susto o simplemente porque no está pendiente. No es necesariamente un insulto heavy, más bien una forma burlona de decir que estás en la luna. Y sí, da risa decirlo.
"Marico, te expliqué tres veces y sigues asopao, ¿qué te pasa? Tómate un cafecito y ponte las pilas que ya va a empezar la reunión."
Chamo
Palabra súper típica en Venezuela para llamar a alguien de forma cercana, como decir pana, amigo, compa o simplemente chico. Se usa para casi todo: para saludar, regañar, vacilar o pedir un favor. Es tan común que si pasas un día en Caracas sin oír un chamo, probablemente estabas dormido.
"Chamo, casi me quedo sin sueldo por culpa de ese cafecito gourmet, vamos a la panadería de la esquina que ahí sí respetan el bolsillo."
Echarle pichón
Significa meterle ganas, esfuerzo o dedicación a algo, sin rendirse.
"Chamo, si de verdad quieres ese ascenso, tienes que echarle pichón y trabajar duro todos los días."
Bacán
En Venezuela se usa para decir que algo está genial, brutal o de muy buena calidad, ya sea una fiesta, una persona o hasta una arepa bien hecha. Es como decir que algo está demasiado bueno, que de verdad vale la pena. Suena relajado, callejero y tiene ese saborcito latino que siempre entra fino.
"Chamo, la rumba del sábado estuvo demasiado bacán, había buena música, birras frías y todo el mundo bailando pegadito hasta el amanecer."
Chama
En Venezuela, chama es la forma más común y relajada de decir chica. Sirve para llamar a una amiga, a una conocida o a cualquier muchacha, con confianza y tono cercano. También puede sonar medio coqueto según cómo lo digas. Es de esas palabras que te delatan al instante como venezolano, y eso tiene su encanto.
"Epa, chama, ¿vas pa' la rumba hoy o te vas a quedar en la casa pegada con Netflix y cotufas?"
Arrecho
En Venezuela, arrecho es palabra comodín: puede ser alguien muy molesto o furioso, pero también algo increíblemente bueno, difícil o impresionante, según el tono. Es groserilla, muy de calle, así que mejor no usarla con la abuela. Y hay que admitir que la versatilidad de la palabrita tiene su encanto.
"El profe puso un examen sorpresa arrechísimo y ahora todo el mundo está arrecho con él, hasta el más aplicado anda echando chispas en el pasillo."