En Cantabria se usa chacho para llamar la atención de alguien o soltar una exclamación de sorpresa, enfado o incredulidad. Es como un oye, tío o vaya, pero con sabor cántabro de barra de bar y banco de plaza. Sirve tanto para vacilar a un colega como para flipar con algo que no te esperabas nada de nada.

"Chacho, ¿pero cómo has subido al monte con esas playeras de ciudad, si parece que vas de paseo por el centro comercial?"

Es el comodín murciano por excelencia, vale para todo. Lo sueltas cuando algo te sorprende, te cabrea, te da risa o simplemente para arrancar la frase mientras piensas qué decir. Es como un grito de guerra del sureste y, la verdad, tiene un ritmillo que engancha bastante.

"Chacho, que he ido a echar una siesta de veinte minutos y me he levantado a las tantas con mi madre gritándome que la comida estaba fría"

Apócope de muchacho que en Venezuela se usa como vocativo para llamar a alguien, tipo oye, chamo, pana. Sirve para amigos, desconocidos y hasta para regañar con cariño, según el tono. En algunas zonas también suena a sorpresa o énfasis, como un ¡chacho! de toda la vida. Pegajosa y bien de calle.

"Chacho, ¿tú viste el arbolito de la vecina? Le metió tantas luces que la cuadra parece una discoteca, ya me dio hasta dolor de ojos."

Interjección muy típica de la gente de Sucre para soltar cuando algo te deja loco de la sorpresa, te parece brutal o simplemente te emociona un montón. Sirve tanto para algo buenísimo como para algo que no te esperabas para nada, y siempre suena con ese sabor costeño que, la verdad, queda de lujo.

"¡Chacho! Fui pa' la playa un ratico y terminé en una parranda con tambor, pescado frito y ron, casi no vuelvo pa' la casa"

Interjección multiusos muy típica de Canarias que sirve para casi todo. Se usa para expresar sorpresa, enfado, alegría, cansancio o simplemente para llamar la atención y arrancar una conversación. Es como el comodín emocional del canario medio, y si no dices chacho al menos una vez al día igual ni vives en las islas.

"Chacho, casi me da algo cuando vi al vecino en la playa con calcetines blancos y sandalias, parecía turista de catálogo"

Palabra comodín muy canaria que sirve para casi todo. Se usa para expresar sorpresa, enfado, alegría o simplemente para arrancar una frase y llamar la atención. Es como un colega que siempre aparece en mitad de la conversación y cambia el tono al instante, y hay que admitir que tiene un encanto especial.

"Chacho, anoche en la verbena casi acabamos bailando con el alcalde, el cura y el del bar, aquello fue un desmadre fino"

Palabra comodín canaria que sirve para casi todo. Puede ser saludo, queja, sorpresa, regaño cariñoso o simple muletilla cuando el cerebro va con retraso. Es como el comodín del público del habla canaria y según el tono puede sonar a abrazo, a bronca o a puro vacilón. Y hay que admitir que engancha fuerte.

"Chacho, llegas otra vez tarde, mi niño, entre que te arreglas y te haces el guapo se nos enfría hasta el gofio en la mesa"

Palabra comodín canaria que sirve para casi todo según el tono y la cara que pongas. Puede expresar sorpresa, enfado, cariño, cansancio o simple relleno cuando no sabes qué decir. Es como el comodín del público del habla canaria y, la verdad, los canarios la usan con un arte que da gustito oírla.

"Chacho, cómo viene hoy la guagua, parece que regalan croquetas dentro, voy a terminar sentado en las rodillas de medio barrio."

Interjección todoterreno muy típica de Canarias, sirve para casi todo. Se usa para expresar sorpresa, enfado, emoción, cariño o simplemente para arrancar la frase y rellenar silencios incómodos. Es algo así como el tío peninsular, pero con sabor a plátano y brisa marina, y hay que admitir que tiene un encanto especial.

"Chacho, llegas tarde otra vez, si fuera por ti perdíamos hasta la guagua y encima te quedas tan pancho mirando el móvil."

Interjección canaria todoterreno, tipo “tío” o “oye”, que sirve para casi todo: sorpresa, enfado, aviso, cachondeo o para meterle énfasis a lo que dices. Se suelta al principio o en medio de la frase y ya cambia el tono. Si la oyes, casi seguro estás en Canarias. Y sí, engancha.

"Chacho, ¿pero tú estás loco? Te comiste el último trozo de tortilla y encima dices que no fuiste, si tienes la boca llena todavía."

Muletilla canaria todoterreno que sirve para casi todo: sorpresa, enfado, alegría, incredulidad o simplemente para empezar una frase mientras piensas qué decir. Es como el comodín del público del habla canaria y se te pega que da gusto. Eso sí, dicho con calma y cantito canario suena todavía mejor, casi musical.

"Chacho, llego a casa, no hay gofio, el coche sin gasolina y encima mi primo se llevó las chancletas nuevas pa' la playa sin avisar"

Clásica palabra canaria para llamar la atención o expresar emoción según el tono. Puede ser sorpresa, enfado, cariño, flipada máxima o simple relleno cuando no sabes qué decir. Es como el comodín mágico del habla canaria, y hay que admitir que queda brutal en casi cualquier frase.

"Chacho, llego a saber que la fiesta seguía hasta las ocho de la mañana y me llevo pijama, almohada y a mi abuela de testigo"

Es como decir 'tío' o 'colega'. Se usa para llamar la atención de alguien o comenzar una conversación, muy al estilo canario.

"Chacho, ¿viste a Carlos anoche? Estaba dándolo todo en la fiesta. ¡Increíble!"

Interjección multiusos de los canarios que sirve para expresar sorpresa, enfado, alegría o prácticamente cualquier sentimiento intenso. Es el comodín del lenguaje isleño.

"¡Chacho! ¿Viste la que armó Juan en la fiesta anoche? Parecía un huracán con patas."

Interjección multiusos que los canarios emplean casi tanto como respirar. Vale para expresar sorpresa, queja, alegría o simplemente para adornar una conversación.

"Chacho, ¿tú has visto el calor que hace hoy? Voy a derretirme antes de llegar a la playa."

Palabra multiusos que se usa para llamar la atención, expresar sorpresa o simplemente iniciar conversación. Vale pa' todo, como el gofio.

"¡Chacho, Pepito! ¿Tú viste esa ola que casi me traga? Casi hago surf subacuático, mi niño."

Interjección canaria todoterreno. Sirve para llamar la atención, saludar, quejarte, flipar o meterle énfasis a lo que dices, como un oye, un tío o un mira tú. Según el tono puede sonar cariñoso o medio regañón. En Canarias lo sueltas y ya parece que la frase tiene más vida.

"Chacho, apura que son las diez y como lleguemos tarde nos quedamos sin mesa en el guachinche, y yo no vine pa comer pan con aire."

Interjección canaria todoterreno, muy típica para llamar la atención o soltar una reacción rápida. Puede expresar sorpresa, enfado, alegría, incredulidad o lo que toque en el momento, según el tono. Es como el comodín emocional de las islas, lo sueltas y ya se entiende el mood sin dar más explicaciones.

"¡Chacho! ¿Tú viste eso? Iba tan pancho por la avenida y de repente un guagua frenó y casi se lleva mi bocata volando."

Palabra comodín canaria que se suelta para casi todo: sorpresa, enfado, alegría, preocupación o simple saludo. Es como un colega imaginario al que llamas cada dos frases. Según el tono puede sonar cariñoso, dramático o de cachondeo total. Y sí, cuando lo pillas bien, engancha cosa mala.

"Chacho, llegas tarde otra vez, si te da un poco más el aire vienes mañana en camello desde Fuerteventura, mi niño"

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