Se dice cuando alguien se pone buenísimo o buenísima, o sea, que se vuelve súper atractivo físicamente. Puede ser por hacer ejercicio, arreglarse más o simplemente porque le cayó bien la vida. Es un piropo bastante común y medio juguetón, de esos que suenan a calle y a vacile.
"Chamo, Luis desde que se metió al gym y dejó la fritanga se puso como un queso, ahora en la cuadra no lo dejan ni respirar."