Se dice cuando te topas de golpe con la realidad y tus planes se van al carajo. Ibas bien confiado y, pum, la pared: un rechazo, un límite, una bronca o una verdad que no querías ver. No es literal, claro, es más bien ese bajón de darte cuenta de que por ahí no era. Duele tantito.
"Yo bien seguro de que me iban a dar el jale por recomendación, y me estrellé con la pared cuando me pidieron inglés y hasta Excel avanzado, no manches."