Se dice cuando alguien está perdiendo el tiempo a lo tonto, dándole vueltas a algo que no va a ningún lado. Como una máquina que hace ruido, se desgasta y al final no produce nada. Va perfecto para cortar el drama, el chisme eterno o la insistencia con alguien que ni te registra. Bien de calle y bien clarita.
"Dejá de gastar tornillos con ese man que ni te para bolas, pues. Mejor nos vamos a rumbear y que se quede con su cuento."