En Corrientes se dice cuando alguien se hace el dolobu y se la pasa tirado, sin mover un dedo, como si estuviera de vacaciones eternas con una caipirinha imaginaria en la mano. Sirve para pinchar al que evita responsabilidades y se escurre de laburar. No es precisamente un halago, pero suena simpático.
"Dale, che, dejá de hacer caipirinha que la casa es un quilombo y vos estás panza arriba mirando el techo como si nada."