Se usa para decirle a alguien que se largue, pero con un tono medio agresivo y medio en broma, como si lo estuvieras despachando bien lejos. Es una forma creativa de mandar a alguien a paseo sin decirle directamente que se vaya a la mierda, aunque el sentimiento va más o menos por ahí.
"Mi causa empezó a rajar de todos en la reunión y yo, antes de que armara chongo, lo mandé a la luna y le dije que se vaya a hacer su show a otra parte."