En La Guajira se usa para decir que alguien está vigilando a otra persona o a algo, como haciendo de guardia casero. Puede ser por celos, por chisme o por pura desconfianza, pero la idea es estar encima, bien pendiente. Es como ponerse en modo radar y no perder detalle de lo que hace el otro, a veces con mucha intensidad.
"Desde que el novio llegó tarde con olor a trago, Andrea le monta turno todos los fines de semana, pendiente del WhatsApp, del Instagram y hasta de con quién se toma la fría en la esquina"