Dicho riojano para señalar a alguien que no se decide ni para una cosa ni para la otra. Vamos, que no se compromete, no arranca y siempre está en modo excusas. Se usa mucho para hablar de gente apática o indecisa, de la que promete mucho y luego no hace nada. Un clásico para soltar con retranca.
"Le dices a Javi que busque curro o que se espabile con la novia y nada, el tío sigue igual: ni casar ni car, todo el día a la fresca."