Se dice cuando alguien no acierta ni una, no le sale nada o está con una racha de mala suerte tremenda. Vale para un examen, un partido o hasta para encarar en el boliche y comerse todos los rebotes. Es bien mendocina y bastante gráfica, porque pinta perfecto ese día en que estás negado.
"Che, el Juan no pegó una muela en el parcial: le pasé las respuestas, igual se confundió de hoja y encima entregó sin poner el nombre. Un crack, pero al revés."