Se dice cuando alguien se está poniendo bien llenito o subiendo de peso, normalmente por andar comiendo rico y sin freno. La idea es que la panza se va redondeando como luna llena. Suena medio en broma, como para echar carrilla sin mala leche, sobre todo después de tragarte unas memelas o un mole.
"No inventes, desde la feria ando duro con cemitas y chalupas, ya me estoy poniendo como la luna y ni el cinturón me perdona."