En Risaralda se dice cuando alguien va a medir cómo está el ambiente antes de soltar una idea, hacer una propuesta o meterse en un plan. Es como ir probando el terreno, mirando si la gente está animada, si hay buena vibra o si mejor te quedas quieto. Sirve para no quedar como intenso.
"Yo no voy a llegar de una a decir que nos vayamos pa’ la finca, primero tanteo el parche a ver si están con ganas o muy apagados."