Expresión costeña para decir que falta bastante para que algo termine o se logre, que la meta todavía se ve lejos. Se usa mucho cuando uno va atrasado con una tarea, un viaje o cualquier plan. Es como admitir que vas en la jugada, pero lentico, y que todavía queda camino por recorrer, así que ni se ilusionen todavía.
"-3"