Se dice cuando alguien agarra algo sencillo y lo enreda sin necesidad, como si le metiera mil vueltas a un problema que se resolvía en dos segundos. Es el típico momento de no te compliques, pana. Muy de regaño cariñoso cuando alguien se pone intenso y termina haciendo un drama por nada.
"Chamo, deja de volverla rosca, era solo conectar el cargador y ya, no hace falta desarmar media casa."