Se usa cuando alguien va apuradísimo, casi corriendo, como bala disparada que no frena por nada. Es esa mezcla de urgencia, desorden y desesperación bien sureña, cuando vas tan pasado de revoluciones que ni alcanzas a pensar. Y hay que admitir que suena tan exagerado que hasta da risa usarla.
"Iba tan atrasado pa'l asado en la parcela que llegó andando a pito de cañón, todo transpirado, con las empanadas chuecas y más encima sin la chela pa' la junta."