Se dice de alguien bien escurridizo, de esos que se te pelan como si tuvieran jabón. Puede ser literal, que no lo agarras ni a la de tres, o figurado, cuando se hace güey para no pagar, no dar la cara o zafarse de un compromiso. Es muy de rancho y tiene ese saborcito de regaño con humor.
"Carmen anda como mojarrita enjabonada, le toca cooperar pa’ la carne asada y se desaparece, ni con el altavoz del tianguis la hallan."