Dicho muy de rancho para hablar de alguien que anda de metiche, husmeando en todo y pegado donde no lo llaman. Como el perrito que se te arrima a ver qué hay, qué se cayó o qué se está cocinando. Va entre burla y regaño, y sí, trae su toque de chisme sabroso.
"Ya deja de andar como perrito de rancho, metiéndote a ver con quién chatea tu hermana. Ponte al tiro con lo tuyo, que luego te cae el pleito."