Se dice de alguien que anda medio perdido, confundido o que no caza una, como si la corriente lo llevara para cualquier lado. En Tierra del Fuego pega por la imagen del agua brava y el viento, pero se usa para cualquier situación cotidiana: desde no entender una consigna hasta estar en modo zombie un lunes. Tiene su encanto.
"Mirá a Juan, hace media hora peleándose con la estufa y encima le habla como si lo entendiera. Está andando en la correntada mal, che."